El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, en un aparente giro en la lucha contra la globalización, ahora está recabando apoyo para los grupos de protesta antiglobalización en sus esfuerzos por lograr un mejor acuerdo para las naciones más pobres en la próxima reunión de negociación de Cancún de la Organización Mundial del Comercio. un nuevo tratado comercial global.
Durante una visita a Malasia para fortalecer los lazos entre África y el sudeste asiático, Mbeki dijo en un seminario celebrado el 3 de septiembre en Kuala Lumpur: “Ellos (los manifestantes antiglobalización) pueden actuar de maneras que a usted y a mí no nos gustaría: romper ventanas en el calle y esto y aquello, pero el mensaje que están comunicando se relaciona con nosotros”. Citando el papel que desempeñaron los grupos de lobby de Estados Unidos para lograr el apoyo estadounidense a las sanciones contra Sudáfrica durante la era del apartheid, Mbeki dijo que el mundo en desarrollo debería tratar de reclutar a la opinión pública de Occidente para obligar a las naciones más poderosas a dejar de violar las reglas comerciales.
Mbeki señaló que muchos países más pobres y sus partidarios estaban enojados porque Estados Unidos y Europa obligaban a las naciones más pobres de África y Asia a reducir las medidas de protección comercial al vincular la ayuda al cumplimiento. Sin embargo, al mismo tiempo, Estados Unidos y Europa ignoraron abiertamente los acuerdos de liberalización comercial cuando se trataba de abrir sus propias economías a las importaciones de países en desarrollo.
El propio presidente sudafricano ha estado siendo objeto de críticas cada vez más acerbas de la izquierda en su propio país por lo que se considera una adhesión servil de su gobierno a las condiciones de subdesarrollo impuestas a Sudáfrica por las corporaciones multinacionales. Si la declaración de Mbeki en Kuala Lumpur es un verdadero reflejo de la actual actitud oficial del gobierno sudafricano hacia el lobby antiglobalización, contrasta marcadamente con los ataques con gases lacrimógenos y los arrestos masivos de agosto pasado. Manifestantes en Johannesburgo durante la cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible.
En los últimos años, las reuniones de la OMC han sido escenario de vigorosas protestas antiglobalización que han atraído a cientos de miles de manifestantes. En algunos casos, la policía ha tenido dificultades para reprimir a los manifestantes que llevaban capuchas y máscaras antigás mientras atacaban puntos de venta de corporaciones multinacionales. La reunión de la OMC en Cancún, México, está programada del 10 al 14 de septiembre para las últimas negociaciones sobre un tratado comercial global. Se espera que asistan unos 150 países miembros.
FINAL – 370 palabras – 3 de septiembre de 2003
ZNetwork se financia únicamente gracias a la generosidad de sus lectores.
Donar