“¿Cataluña independiente? Sobre mi cadáver y el de muchos otros soldados”. Con estas palabras el 31 de agosto el teniente coronel de infantería retirado Francisco Alamán Castro se refirió a la posibilidad de una Cataluña independiente. Y añadió: "No se lo vamos a poner fácil. Aunque el león parece estar dormido, no tienen interés en provocarlo demasiado, porque ya ha dado suficientes pruebas de su ferocidad a lo largo de los siglos. Esta plebe no está a la altura". mucho, si sabemos afrontarlos”.
En la actual verborrea que han adoptado algunos políticos, estas declaraciones no son las únicas que podríamos calificar de “antidemocráticas”, “golpistas” y “antisistema”. Tras la manifestación del 11 de septiembre, [1] la portavoz de UPyD [2], Rosa Díez, pidió al Gobierno que suspendiera la autonomía de Cataluña si la región utilizaba dinero de las ayudas del Gobierno central "para financiar su secesión". , el eurodiputado (en representación del Partido Popular, en el poder en Madrid) y vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal Quadras, solicitó que un general de brigada, preferentemente de la Guardia Civil, se haga cargo de los "Mossos de Esquadra" [ 3] para frenar el proceso independentista.
El periódico El Mundo, en su editorial del 27 de septiembre, exigió al gobierno "una respuesta penal al desafío lanzado por Artur Mas" que ha pedido un referéndum sobre la autodeterminación en Cataluña. El Mundo instó al gobierno a modificar el Código Penal para “castigar con prisión cualquier convocatoria de referéndum ilegal”. Y por si acaso, la plataforma extremista “Reconversión”, cuyos líderes son Alejo Vidal Quadras y José Antonio Ortega Lara, exigió que, en caso de celebrarse tal referéndum, el Gobierno coloque a Cataluña bajo tutela, en base a los artículos 161.2 y 155.1. y 2 de la Constitución.
Y eso no es todo. La Asociación Militar Española (AME), compuesta por ex militares, ha amenazado al president Artur Mas con un consejo de guerra y ha advertido a quienes promueven "la ruptura de España" que tendrán que responder ante un tribunal militar. tribunal acusado de "alta traición". ¡Nada más que eso! Dice mucho de la situación actual que un político conservador como Artur Mas, enredado hasta la médula de los huesos con los poderes financieros, especialmente con los bancos La Caixa y Aberti, que es líder de un partido tan poco subversivo como el CiU [4] provoca este tipo de reacciones. ¿Qué pasará entonces cuando se trate de alguien de izquierda, que se opone a los intereses de los empresarios y es un sincero defensor del derecho a la autodeterminación?
A la luz de lo anterior, me hago una pregunta. Si todo esto estuviera sucediendo, por ejemplo, en un país latinoamericano, ¿cómo se caracterizaría? La BBC ha publicado un extenso reportaje que relaciona las amenazas a Cataluña con el “pacto de silencio” introducido durante la Transición [5]. Y esto es muy cierto. La Ley de Amnistía de 1977 garantiza inmunidad a quienes cometieron crímenes contra la humanidad bajo el régimen de Franco y durante la Guerra Civil. Estos individuos siguen ahí y hoy vuelven a levantar la cabeza, sin freno alguno.
En un momento en el que el Titanic hispano se hace agua por todos lados, con una crisis que se agrava cada día y andamios que crujen por todas partes, es la verdadera naturaleza del régimen la que se revela. Y también lo son los límites de una transición que ha sido tan beatificada que ha impedido que la gente vea la realidad durante décadas. De repente, la máscara de “demócrata” se les ha caído de la cara. Las crisis tienen al menos la ventaja de aclarar las cosas.
Según ellos, la democracia es algo bueno siempre que no vaya más allá de un determinado marco. Como resultado, todos aquellos que perturban las cosas, ya sean estos independentistas catalanes “hooligan” o estos activistas “peligrosos” del 25S, deben ser silenciados rápidamente. ¿Imágenes transmitidas por televisión de cargas policiales? ¡Qué escándalo! La gente se indignará y se manifestará aún más. Solución: limitar el derecho a manifestarse y el derecho a ser informado y se liquida el negocio. Bien lo han entendido el presidente del grupo del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.
La crisis actual no es sólo una crisis económica y social, sino realmente una crisis de régimen sin precedentes que pone en duda el modelo de Estado que surgió de la Transición, sus “pactos de silencio” y el muy inestable sistema democrático que tenemos hoy.
En medio de este embrollo, hay que apoyar todas las reivindicaciones democráticas que chocan con el corsé monárquico de la Transición, empezando por el derecho del pueblo catalán a decidir su propio futuro. ¿Quién teme un referéndum así en Cataluña? Aquellos que no están dispuestos a aceptar su resultado. Sin embargo, no debemos permitir que la furia chauvinista española contra Mas nos haga tomar a un político así –cuyo único logro en el gobierno es haber reducido los derechos sociales y los impuestos para los ricos– por un heraldo de la democracia y la libertad. Al contrario, los catalanes tendremos una vida mejor cuando nos deshagamos de Mas, de su escudero Felip Puig y su equipo.
El teniente coronel de infantería Francisco Alamán Castro afirmó que “la situación actual se parece a la de 1936”. Es toda una declaración de intenciones. Hoy, como entonces, nuestra democracia, nuestros derechos y nuestro futuro están amenazados. Lo que está en juego es importante. ¿Cuándo veremos tanques en las calles de Barcelona? No sería la primera vez. Pero de una cosa estoy seguro: la gente no se quedará callada. Lo más importante será no equivocarse sobre quién enemigo es, y mientras luchamos contra los franquistas mal reciclados, debemos recordar que los intereses de la mayoría del pueblo catalán tienen muy poco que ver con los del Mesías Artur Mas.
Esther Vivas es miembro del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) de la Universitat Pompeu Fabra. Recientemente publicó, junto a Josep Maria Antentas, “Planeta indignado. Ocupando el futuro” (Ed. Sequitur). También es miembro del consejo editorial de Viento Sur. Artículo publicado en Publico.es, 4 de octubre de 2012. +info: http://esthervivas.com/english
NOTAS
[1] El 11 de septiembre de 2012, ante la convocatoria de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), constituida el 10 de marzo de 2012 en Barcelona por 269 municipios catalanes, cerca de dos millones de personas marcharon por el derecho a la autodeterminación y la independencia.
[2] Unión Progreso y Democracia es un partido político de derecha populista radical, fundado en 2007, que defiende un nacionalismo español intransigente.
[3] Policía catalana, responsable ante la Generalitat (gobierno regional).
[4] Convergència i Unió (Convergencia y Unión) es una federación de partidos políticos catalanes de centro derecha.
[5] Período de transición entre la muerte del general Franco en 1975 y la adopción de la nueva Constitución que establece una "monarquía parlamentaria" en 1978.
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