El viernes, el gobierno venezolano inició una toma de control de la fábrica abandonada de Clorox y el vicepresidente del país, Jorge Arreaza, convocó a una asamblea de los 475 trabajadores de la empresa para reactivar las actividades de la planta.
Clorox Venezuela llamó a los trabajadores y les dejó mensajes de voz indicando que fueron liquidados debido a la decisión de la empresa de salir del país el lunes. La empresa estadounidense afirma que los problemas económicos influyeron en su decisión de cerrar las puertas de las fábricas.
“Ellos [los trabajadores] trabajaron hasta el viernes pasado, con total normalidad, y cuando entraron el lunes las puertas estaban cerradas. Cinco minutos después, recibieron en sus celulares mensajes de voz de parte del presidente de la empresa, Oscar Ledezma, donde les dice, 'nos vamos de Venezuela, depositamos su paquete de liquidación en su cuenta... La fábrica no funcionará más', ”, detalló Arreaza.
Arreaza también explicó que el gobierno emitió una orden oficial para que la empresa retomara sus actividades, la cual los propietarios ignoraron para posteriormente abandonar Venezuela.
El mandatario venezolano dijo que ni los trabajadores ni los funcionarios del gobierno han podido hablar con los dueños de la trasnacional. “No hemos podido hablar con ninguno de ellos, sólo con un representante en Argentina vía videoconferencia, el único que se quedó es un representante de un estudio de abogados que defiende todo el tiempo a la burguesía”.
Los empleados de la empresa pidieron al gobierno que se hiciera cargo temporalmente de la fábrica tras el incumplimiento por parte de Clorox de la orden de reanudar la producción. La fábrica está ubicada en las afueras de Caracas en Los Valles del Tuy, Miranda.
A la asamblea del viernes asistieron Arreaza junto al ministro de Protección Social del Proceso Laboral, Jesús Martínez y trabajadores de la empresa, quienes dijeron a los trabajadores allí reunidos que recibirán apoyo del gobierno y de los químicos para reactivar la fábrica. Si bien los trabajadores saben cómo manejar los químicos con los que trabajan, Arreaza enfatizó que no se pueden tomar decisiones presionadas y no se puede poner en riesgo a los trabajadores.
“[El sábado] vendrá un grupo de expertos, entre ellos representantes de otras empresas nacionales, a ponerse a disposición de estos trabajadores”, confirmó Arreaza.
Además, Arreaza dijo que el gobierno planea abrir investigaciones sobre Clorox Venezuela y, “quienes cometieron este crimen contra casi 500 familias, aquí están 474 familias, trabajadores… no podemos permitir que esto suceda”.
Clorox inició sus operaciones en el país sudamericano en 1990 con la distribución de Pine-Sol.
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