No nos queda más remedio que llamar a las cosas por su nombre. A quienes todavía tienen una pizca de sentido común les resulta fácil ver el poco realismo que queda en el mundo actual.
Cuando el presidente estadounidense Barack Obama fue nominado para el Premio Nobel de la Paz, Michael Moore dijo: "Ahora, gánatelo". A mucha gente le gustó el ingenioso comentario; fue una frase inteligente, aunque muchos consideraron la decisión del Comité Noruego un ejemplo de demagogia y de exaltación de la mezquindad aparentemente inofensiva del nuevo Presidente de los Estados Unidos, un afroamericano, un buen comunicador y un político inteligente que dirige una poderoso imperio envuelto en una profunda crisis económica.
Estaba a punto de celebrarse la Conferencia Mundial de Copenhague y Obama despertó la esperanza de que Estados Unidos se sumaría al consenso mundial a favor de un acuerdo vinculante para evitar la catástrofe ecológica que amenaza a la especie humana. Lo que pasó allí fue decepcionante; el público internacional se ha convertido en víctima de un doloroso engaño.
En la reciente Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra celebrada en Bolivia se ofrecieron respuestas cargadas de la sabiduría de las antiguas nacionalidades indígenas, invadidas y virtualmente devastadas por los conquistadores europeos que, en busca de oro y facilidades riqueza, impusieron durante siglos sus culturas egoístas e incompatibles con los intereses más sagrados de la humanidad.
Dos noticias recibidas ayer son expresión de la filosofía del imperio que pretende hacernos creer en su carácter “democrático, pacífico, desinteresado y honesto”. Baste leer el texto de dichos despachos de prensa fechados en la capital estadounidense.
WASHINGTON, 23 de abril de 2010. – El presidente estadounidense, Barack Obama, está examinando la posibilidad de desplegar un arsenal de misiles con ojivas convencionales no nucleares y una capacidad de explosión muy poderosa que pueden alcanzar sus objetivos en cualquier parte del mundo en aproximadamente una hora.
Aunque la nueva superbomba, lanzada mediante misiles Minuteman, no llevará cabezas nucleares, su capacidad destructiva será similar, como lo confirma el hecho de que su despliegue está previsto en los acuerdos START 2 firmados recientemente con Rusia.
Las autoridades de Moscú exigieron, y lograron incluir en el acuerdo, que Estados Unidos retirará una de sus cabezas nucleares por cada uno de estos misiles.
Según informes del New York Times y de la cadena de televisión CBS, la nueva bomba conocida como Prompt Global Strike (PGS) debería poder matar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en una cueva en Afganistán y destruir un misil norcoreano en plena preparación. o atacar un sitio nuclear iraní, 'todo esto sin cruzar el umbral nuclear'.
La administración Obama considera interesante la ventaja de tener la opción militar de un arma no nuclear con el mismo efecto que el impacto dirigido de una bomba nuclear.
El proyecto había sido emprendido inicialmente por el predecesor de Obama, el presidente republicano George W. Bush, pero fue bloqueado por las protestas de Moscú. Las autoridades rusas habían dicho que, dada la capacidad del Minuteman para transportar ojivas nucleares, era imposible determinar que el lanzamiento de un PGS no marcaba el comienzo de un ataque nuclear.
Sin embargo, la Administración Obama considera que puede dar a Rusia y China las garantías necesarias para evitar malentendidos. Los silos de misiles de la nueva arma se instalarán en zonas alejadas de los depósitos de ojivas nucleares y podrán ser supervisados periódicamente por expertos de Moscú o Pekín.
La superbomba podría ser lanzada por un misil Minuteman capaz de volar a través de la atmósfera a la velocidad del sonido mientras transporta mil libras de explosivos. Luego, un equipo extremadamente sofisticado permitirá al misil lanzar la bomba dejándola caer con gran precisión sobre los objetivos seleccionados.
La responsabilidad del proyecto PGS –a un costo estimado de 250 millones de dólares sólo en su primer año experimental– recayó en el general Kevin Chilton, comandante del arsenal nuclear estadounidense. Chilton explicó que el PGS llenará un vacío en la gama de opciones actualmente disponibles para el Pentágono.
"Por el momento", dijo, "podemos atacar cualquier lugar del mundo con armas no nucleares en un plazo de no menos de cuatro horas". "Para una acción más rápida", admitió, "sólo tenemos la opción nuclear."
Con la nueva bomba, en el futuro Estados Unidos podría actuar rápidamente y con recursos convencionales tanto contra un grupo terrorista como contra un país enemigo, en un tiempo mucho más corto y evitando la indignación internacional por el uso de armas nucleares.
Está previsto empezar a probarla en 2014 y tenerla disponible en el arsenal estadounidense en 2017. Obama ya no estará en el poder pero la superbomba puede ser el legado no nuclear de este presidente que ya recibió el Premio Nobel de la Paz. .
WASHINGTON, 22 de abril de 2010. – Una nave espacial no tripulada de la Fuerza Aérea de EE. UU. despegó este jueves de Florida y su misión militar está cubierta por un velo de secreto.
La nave espacial automatizada o X-37B fue lanzada desde Cabo Cañaveral en un cohete Atlas V a las 19:52 hora local (23:52 GMT), según un vídeo distribuido por el ejército.
"El lanzamiento es inminente", dijo a la Agencia France Press la mayor de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, Angie Blair.
El avión, que parece una nave espacial en miniatura, mide 8.9 metros de largo por 4.5 metros de envergadura.
Han sido necesarios años para fabricar la nave espacial reutilizable y el ejército sólo ha ofrecido explicaciones vagas sobre su objetivo o su papel en el arsenal militar.
El vehículo ha sido diseñado "para crear la atmósfera de un "laboratorio orbital" para poner a prueba nuevas tecnologías y componentes antes de que estas tecnologías sean asignadas a programas satelitales en curso", afirmó la Fuerza Aérea en un comunicado reciente.
Las autoridades han dicho que el X-37B aterrizará en la base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, aunque no dijeron cuánto durará su primera misión.
“Para ser honesto, no sabemos cuándo volverá”, dijo a la prensa esta semana Gary Payton, segundo subsecretario de programas espaciales de la Fuerza Aérea.
Payton indicó que la nave podría permanecer en el espacio hasta nueve meses.
El avión, fabricado por Boeing, comenzó en 1999 como un proyecto de la Agencia Espacial Nacional de Estados Unidos (NASA) y luego fue transferido a la Fuerza Aérea, que tiene planes de lanzar un segundo X-37B para 2011.
¿Necesitan algo más?
Hoy se enfrentan a un enorme obstáculo: el ya imparable cambio climático. Se habla de un inevitable aumento del calor de más de dos grados centígrados, con consecuencias catastróficas. Dentro de sólo 40 años, la población mundial aumentará en 2 mil millones hasta alcanzar la cifra de 9 mil millones de personas en ese corto tiempo. Puertos, hoteles, centros turísticos, carreteras, industrias e instalaciones cercanas a los puertos quedarán bajo el agua en menos tiempo del que necesita una generación de una nación rica y desarrollada para disfrutar de la mitad de su vida, las mismas naciones que hoy se niegan egoístamente a aprovechar lo mínimo de sacrificios para preservar la supervivencia de la especie humana. Las tierras de cultivo y el agua potable se reducirán considerablemente. Los océanos quedarán contaminados y muchas especies marinas dejarán de ser comestibles mientras que otras se extinguirán. Esto no es simplemente una afirmación lógica sino el resultado de una investigación científica.
Gracias a la genética natural y a la transferencia de diversas especies de un continente a otro, los seres humanos han podido aumentar la producción de alimentos y otros cultivos útiles por hectárea. Así, durante algún tiempo, el hombre sufrió menos por la escasez de alimentos como el maíz, la patata, el trigo, la fibra y otros productos necesarios. Posteriormente, la manipulación genética y el uso de fertilizantes químicos también contribuyeron a la solución de necesidades cruciales, pero también están llegando al final de sus posibilidades de producir alimentos saludables para el consumo humano.
Por otro lado, asistimos al agotamiento en apenas dos siglos de los hidrocarburos que la naturaleza tardó 400 millones de años en crear. Del mismo modo, se están agotando recursos minerales cruciales no renovables que requiere la economía mundial. Al mismo tiempo, la ciencia ha creado la capacidad de destruir el planeta varias veces en cuestión de horas. La mayor contradicción de nuestros tiempos es precisamente la capacidad de autodestrucción de la especie humana y su incapacidad para gobernarse a sí misma.
El ser humano logró elevar sus posibilidades de vida hasta límites tales que superan su propia capacidad de supervivencia, y en esta batalla está consumiendo a ritmo acelerado las materias primas que tiene a su alcance. La ciencia permitió convertir la materia en energía, como en el caso de la reacción nuclear, –mediante grandes inversiones–, pero no hay señales de que convertir la energía en materia sea siquiera viable. El coste infinito de las inversiones en la investigación pertinente muestra la imposibilidad de lograr en unas pocas décadas lo que al universo le llevó decenas de miles de millones de años crear. ¿Será necesario que Barack Obama, el niño prodigio, nos lo explique? La ciencia ha experimentado un crecimiento notable pero la ignorancia y la pobreza también crecen. ¿Alguien puede demostrar lo contrario?
fidel castro ruz
Abril 25, 2010
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