La comuna de El Maizal está ubicada en medio de los llanos venezolanos, entre los estados Lara y Portuguesa. Con una historia de lucha y construcción del poder popular, es un buque insignia del movimiento comunal en Venezuela. En esta entrevista conversamos con Ángel Prado, vocero comunal, sobre el proyecto político que impulsa El Maizal, las cuestionadas elecciones municipales de diciembre, el papel de la comuna en el contexto actual y cómo debe entrar en juego el tema de la comuna. la nueva constitución (1).
Con la idea de seguir adelante con la comuna (2), ha habido discusiones sobre la “ciudad comunal”. ¿Puedes explicar de qué se trata todo esto?
Con la experiencia política y la fuerza que tenemos en este territorio y con el trabajo que venimos haciendo, El Maizal se ha encontrado en un rol de liderazgo colectivo para toda esta zona de Simón Planas, y quizás también en el resto del estado Lara. Hemos conseguido mucha solidaridad y muchos amigos entre los movimientos sociales y populares de Lara y de toda Venezuela. Entonces, con toda esta experiencia, y sabiendo que este proceso no puede frenarse -crece día a día con iniciativas, propuestas y participación popular- creemos que es hora de dejar de pensar sólo en El Maizal y avanzar hacia una organización más grande. a un nivel superior, para construir nuestro sueño del socialismo, como decía el Presidente Chávez.
Lejos de ser una utopía, creo que es algo realizable. Aquí en El Maizal hay una comuna, que está permanentemente en construcción, pero que ha ido avanzando, y para nosotros ese avance tiene sentido. Por eso hemos dedicado nuestra vida a esto. Tenemos la fuerza política para ir a otros territorios y convocar a la gente a organizarse en una ciudad comunal, en una gran organización que contribuya a desarrollar planes y proyectos que atiendan las necesidades del pueblo, pero sobre todo con el propio pueblo construyendo y defendiendo. tales proyectos. Más que un discurso, necesitamos ofrecer resultados tangibles para que la gente pueda ver por sí misma que esto tiene sentido.
El proyecto de ciudad comunal no va a ser fácil. El principal enemigo es la derecha, porque la ciudad comunal en algún momento implicará “comunalizar” el territorio. Ese proyecto implica un alcance más amplio y más poder, en particular hacerse cargo de los medios de producción: fábricas, empresas, etc. Por lo tanto, estaremos luchando por el poder frente a fuerzas que ya existen. La burguesía, por razones económicas, quiere frenar al chavismo. Lamentablemente, los sectores reformistas de nuestro campo también buscan frenar las tendencias y corrientes políticas que amenazan los privilegios a los que se han acostumbrado algunos políticos de nuestro gobierno, o personas cercanas a ellos.
También hay una lucha dentro del chavismo…
Creo que hay cierto agotamiento político, políticos agotados que ya no tienen iniciativa. Hay muchos políticos que tal vez estaban sobre la colina, tal vez creían que el chavismo iba a morir con Chávez, o que el presidente Maduro iba a ser derrocado. Muchos se han dedicado en estos últimos años a acumular riquezas y privilegios manteniendo al mismo tiempo la participación popular a distancia. Pero al menos aquí en Simón Planas se viene otra cosa, porque aquí hay una fuerza política que no se deja frenar y que no depende de una sola persona. En mi caso, simplemente asumo el papel de portavoz, uno que rinde cuentas y que actúa siempre de forma coherente y acorde a los intereses de nuestro pueblo. Es más, mientras estamos aquí hablando, hay gente ahí afuera trabajando, haciendo asambleas, teniendo reuniones, organizando actividades, proyectos de trabajo voluntario, etc.
Hay una dinámica muy interesante que mantiene vivo el espíritu de la comuna. La ciudad comunal recogerá toda la actividad que se ha desarrollado en la zona en un sentido más amplio, involucrando múltiples territorios de aquí donde la gente se relaciona de una u otra manera con el movimiento político y comunal de Simón Planas.
¿Cuál es el estado actual del tema de la alcaldía Simón Planas?
Cuando discutimos este tema, es importante recordar la contexto en el que sucedió. En 2017 estábamos ante una crisis muy dura: una crisis económica, política y (yo diría también) moral, una crisis de valores. Hubo, y todavía hay, una agresión internacional contra Venezuela, como castigándonos por haber pasado por este interesantísimo proceso revolucionario junto a Chávez. Pero, a pesar de ser un año muy duro, 2017 también fue un año de grandes logros y avances desde la perspectiva comunal, tanto en términos políticos y electorales como productivos.
Cuando el presidente Nicolás Maduro propuso la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), nosotros, como pueblo organizado aquí en Simón Planas, salimos a las trincheras, participamos en esa elección y ganamos con más del 80% de los votos. Me habían acusado de ser el candidato territorial al ANC. Luego vinieron las elecciones regionales y municipales, en octubre y diciembre, respectivamente. En las elecciones municipales nuestra comunidad nos propuso participar en ese proceso y el movimiento comunal de Simón Planas nuevamente me asignó la responsabilidad de ser el candidato a alcalde.
Entonces sucedieron muchas cosas. Desafortunadamente, tanto las fuerzas políticas de derecha como las fuerzas dentro de nuestro gobierno nos acosaron. Son cosas lamentables, que vienen de gente que tiene mucho poder. Se nos negó la posibilidad de postularnos en la boleta del PSUV (partido de gobierno) y de otros partidos de la coalición patriótica, pero logramos hacerlo con el partido Patria Para Todos (PPT). Lo que siguió fue una gran victoria para los comuneros. Realmente derrotamos al PSUV, dándole su primera derrota en este municipio, que es uno de los municipios más chavistas y “psuvistas” de toda Venezuela.
¿Qué pasó después de las elecciones?
A pesar de ganar en medio de amenazas, chantajes y presiones, nuestra victoria no fue reconocida (quizás eso era de esperarse). Nuestros votos fueron asignados al candidato del PSUV. Pasamos por todo un proceso legal con las autoridades electorales -presentamos un recurso de apelación ante la Corte Suprema- pero hasta el momento no ha habido respuesta. Nuestra posición es que, si no se va a reconocer la victoria de los comuneros en Simón Planas, al menos se deben anular los resultados y celebrar nuevas elecciones. Todo lo que hemos hecho es legal, por lo que esperamos una resolución de este caso.
Lamentablemente no ha habido pronunciamientos. Más bien, la cuestión ha sido ignorada. Sin embargo, sabemos que tener la alcaldía no es indispensable para nuestro proyecto. No dejaremos de producir, no dejaremos de organizarnos, no dejaremos de votar a la Revolución ni de apoyar al presidente Maduro. Siempre lo hemos dejado claro. Nunca hemos flaqueado en nuestro apoyo a Nicolás Maduro, porque creemos que con Maduro en la presidencia podemos seguir avanzando y no hacia la confrontación. Por un municipio, o por la acción de un partido, o porque en un momento el gobierno no nos hizo caso, no vamos a perder de vista al enemigo estratégico. Seguimos siendo chavistas.
¿Qué papel, en su opinión, puede jugar la comuna en el actual contexto venezolano?
Desde mi punto de vista, si el gobierno mirara más de cerca el tema comunal, se daría cuenta de que la comuna tiene la solución a la crisis que vivimos y podría profundizar ideológicamente el proyecto chavista (la tarea de construir el socialismo que Chávez se propuso). a nosotros).
La comuna, con su dinámica de producción y participación, también puede ayudarnos a liberarnos de nuestra dependencia del capital privado y del patrocinio gubernamental. Mientras se construyan “células” en todo el país y también trabajemos para desarrollar la conciencia política de la gente, una nueva cultura y nuevas relaciones entre comunidades que prioricen el bien común, entonces podremos avanzar hacia este modelo de sociedad que el comandante Chávez propuesto.
Lamentablemente, existen grandes contradicciones dentro del Estado, entre el Estado y los movimientos sociales populares, y entre el Estado y la comuna. Como el gobierno es muy poderoso económicamente, tiene capacidad de tomar grandes decisiones y, a veces, de un solo golpe puede poner fin a experiencias interesantes. En El Maizal hemos tenido la determinación, la fuerza y la capacidad para soportar los golpes dados a nuestra organización, a nuestro experimento. Ha habido actos de sabotaje, pero hemos resistido.
Más allá de resistir, también debemos pasar a la ofensiva contra el enemigo que tenemos ante nosotros, ya sea la burguesía, la oligarquía o el reformismo. Los reformistas pretenden proteger un sistema que dejó de lado a una clase que durante mucho tiempo acumuló riquezas para dar paso a una nueva burguesía burocrática que, a pesar de su discurso revolucionario, no presta atención a los gritos del pueblo. No estamos dispuestos a vivir en esas condiciones, no estamos dispuestos a dejar caer al chavismo, ni a que el reformismo haga en Venezuela lo que quizás ocurrió en Brasil o Argentina, donde ha habido retrocesos importantes.
Notas
(1) En un próximo artículo profundizaremos en las actividades productivas de la comuna de El Maizal, así como en su compleja relación con el Estado.
(2) La comuna fue propuesta por Chávez como una unidad fundamental del poder popular para la construcción del socialismo. Al reunir a consejos comunales y otras organizaciones, la idea de la comuna es permitir que la comunidad ejerza el poder directamente a través de asambleas, tomando gradualmente el control tanto de los medios de producción como de las diversas instancias del poder político. Chávez presentó muchas de estas ideas en su emblemático programa Aló Presidente Teórico #1.
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