Este enero grupos en Cuba realizarán la undécima edición semestral Paradigmas Emancipatorios en América Latina (Paradigmas Emancipatorios Latinoamericanos). Estas reuniones, y cómo han ido cambiando a lo largo de los años, son emblemáticas de otros cambios y desplazamientos desde abajo que se han estado produciendo en Cuba durante al menos los últimos quince años. Además de algunos de los proyectos del conocido Centro Martin Luther King Jr. (CMLK), ahora existen otros grupos de personas que se centran en la autoorganización y utilizan la forma asamblearia como forma de tomar decisiones. , y se dedican a formas de organización no jerárquicas. Cada uno se ve a sí mismo como una continuación del proceso revolucionario iniciado en 1959. Estos grupos van desde el paradigmas desde aquellos que intentan facilitar la autoorganización en lugares de trabajo y barrios, utilizando el lenguaje del socialismo participativo, hasta agrupaciones de educación popular, poesía y arte. Uno, la red de Observatorio Crítico (OC), utiliza específicamente los conceptos de autonomía y horizontalidad. Este artículo presentará el paradigmas reunión y el Observatorio Crítico.
Habiendo participado en algunos de los paradigmas Emancipadores reuniones de los últimos años puedo decir con absoluta confianza que éste será un evento inspirador y especialmente revelador para aquellos que ya están familiarizados con la política y las reuniones cubanas. Paradigmas no es un congreso tradicional, tal y como explican en su convocatoria para este próximo encuentro, “desde el inicio de estos encuentros, en los años 1990, hemos planteado más un proceso de construcción colectiva que un evento en sí mismo... Los talleres se diferencian de los eventos académicos tradicionales en función de sus estrategias metodológicas y epistemológicas”. Continúa explicando cómo la construcción de teorías en las tertulias surgirá de la práctica y las personas hablarán de experiencias de transformaciones cotidianas. La idea es crear un “diálogo de saberes y experiencias entre líderes, activistas de organizaciones populares, redes, movimientos sociales, investigadores y académicos, docentes y educadores populares, estudiantes y todos aquellos que quieran compartir prácticas emancipadoras”. La escritura utiliza un lenguaje específico y herramientas comunes en los movimientos más nuevos, como asegurarse de usar ambos géneros y utilizar frases como “dialogo de saberes”, recordando los usos zapatistas y otros usos indígenas de los conocimientos colectivos e históricos.
El paradigmas El encuentro reúne a personas de toda Cuba y otras partes de América Latina y el Caribe, organizando los encuentros en asambleas y debates abiertos, con temas este año como la escuelita zapatista, experiencias autónomas anticapitalistas en nuestros territorios. e investigación desde y para nuestros movimientos. He conocido a mujeres jóvenes que trabajan en el interior de Cuba haciendo educación popular sobre temas de lesbianas y gays, participantes del Movimiento Sin Tierra en Brasil, activistas del movimiento autónomo argentino, simpatizantes zapatistas y activistas de medios independientes de México, organizadoras cooperativas y autónomas del País Vasco. país, así como académicos y participantes en sindicatos y organizaciones más formales.
Diferente al grupo organizador de Paradigmas, tanto en intención como en composición, aunque muy similar en algunas de sus prácticas, es el Observatorio Crítico. Conocí a participantes en el entonces recién formado Observatorio Crítico en 2009, mientras vivía en La Habana. Estaban participando en la serie de debates de un año de duración, Hagamos Nuestra La Revolución (Juntos Hacemos la Revolución), facilitado por el CMLK y el Centro Cultural Juan Marinello, entre otros. Lo que fue totalmente diferente de cualquier experiencia que haya tenido en Cuba fue que estas conversaciones se llevaron a cabo en pequeños círculos, con todos uno frente al otro y hablando desde su experiencia personal. La opinión de cada persona se valoró igual que la de los demás, y los facilitadores ayudaron a que esto sucediera, incluso creando un equilibrio de género y edad. En otras palabras, luchar por discusiones horizontales. Por tanto, tenía sentido que las personas interesadas en horizontalidad y existían otras formas de organización no jerárquicas, como el CO.
El Observatorio Crítico es ahora un espacio para el intercambio de ideas, y para ello facilita una página web con numerosos proyectos y una sección de escritura abierta para los participantes. En él, personas de los diferentes grupos que componen la red organizan debates y actividades. De las muchas iniciativas, el proyecto de vacunación, la renovación de los parques infantiles locales y las asambleas del 15M son algunas de las más innovadoras. La primera, la vacunación vecinal, incluyó a veterinarios voluntarios que fueron a algunos barrios donde la población de perros callejeros era rampante y los vecinos estaban frustrados. Después de muchos intentos de lograr que el gobierno local respondiera, la gente finalmente tomó el asunto en sus propias manos y, con el CO, vacunó a los callejeros. También vacunaron a las mascotas que la gente tenía, lo cual es enorme considerando que la atención veterinaria no es gratuita en Cuba.
El segundo, con un historial similar de falta de respuesta a solicitudes de reparación de un parque infantil en mal estado, el CO se organizó junto con los vecinos para reparar y pintar el parque ellos mismos. Este esfuerzo también se extendió a cómo ocurre el juego, con el grupo facilitando juegos y actividades no competitivos con los niños del vecindario, fomentando la colaboración. Una iniciativa similar está en marcha desde hace varios años en la zona de Alemar, en el este de La Habana, donde también hay complejos de apartamentos en mal estado y los vecinos se autoorganizan y trabajan juntos para ayudarse unos a otros a arreglar sus casas.
La última fue una conversación con un invitado del 15M en España. Tuvo lugar en un parque, con la gente sentada en círculo, como es conocido el movimiento de las plazas en todo el mundo. Estos pueden parecer pequeños ejemplos, pero en una cultura de organización política donde uno espera hasta que el gobierno responda para que se lleven a cabo acciones y no se llevan a cabo conversaciones públicas utilizando la democracia directa y la forma de asamblea, la práctica de la autoorganización y la horizontalidad es enorme.
Son este tipo de ejemplos los que desarrollan el músculo de la autogestión, algo en lo que muchos están tratando de trabajar en la sociedad en su conjunto, desde los lugares de trabajo hasta los vecindarios.
Dmitri del OC, explicó,
“La 'generación' (cultural-política y no estatista) del Observatorio comenzó a autoorganizarse en los años 1990, cuando el estalinismo (totalitarismo de Estado) constituía un fuerte punto de referencia negativo para nosotros, e hicimos todo lo posible para evitar sus prácticas y dejar atrás sus prácticas. sus raíces ideológicas. Exploramos varias formas de organización y cuando empezamos a convocar el Observatorio Crítico intentamos ser lo más horizontales posible. La horizontalidad y la autonomía forman parte de la agenda y la praxis del CO, y si bien no siempre somos capaces de implementarlas como quisiéramos, tenemos la intención y la experiencia de ir en dirección a la horizontalidad.
Nos definimos entre los altermundistas (movimientos por la justicia global) y de una manera radicalmente diferente de la “oposición de derecha” en Cuba, que quiere hacer que este país sea “normal” (es decir, liberal-democrático y capitalista), mientras nos damos cuenta de que que esta “normalidad” está llevando al mundo al abismo, como se ve con la consiguiente explotación, opresión, discriminación, violencia, autoritarismo, etc., que es precisamente lo que constituye el “objeto social” del trabajo del Observatorio.
Hemos tenido contacto con el 15M y Occupy, y otros movimientos similares en América Latina y Europa, y nos vemos alineados y similares a ellos, solo que en una escala menor”.
Estas son sólo dos de las muchas formaciones y experiencias relativamente nuevas en Cuba. Con demasiada frecuencia, la conversación sobre la política cubana hoy cae en uno u otro bando, aquellos que apoyan la revolución sin cuestionar, o aquellos que quieren ver su desaparición y el resurgimiento de las relaciones capitalistas en la isla. Pocos saben que hay muchos espacios desde abajo que no quieren el capitalismo y que también están desafiando la forma del Estado tal como existe, mirándose unos a otros y a formas horizontales de relación y construcción de poder.
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1 Comentario
Buena suerte a todos ellos.